Liderar con el cerebro en mente
- 08/20/2020
- Posted by: inspiral
- Category: inspiración, interés general

Hoy en día las neurociencias, no solo nos aportan grandes descubrimientos a la hora de ser más efectivos en nuestras tareas, sino que nos “Iluminan” el camino para lograr que los cambios sean duraderos.
¿Y qué es cambiar para nuestro cerebro?
Cambiar es generar nuevas conexiones neuronales.
Nuestro cerebro, es el centro del sistema nervioso. Está compuesto por más 100.000 neuronas. Cada una de ellas tiene la capacidad de generar entre 10.000 y 50.000 conexiones, las “conexiones” son la forma de comunicación (de nuestro sistema nervioso) donde se procesa, almacena información y formula las respuestas “apropiadas”, en su mayoría de manera automática e inconsciente; con el objetivo permanente de ahorrar energía, ya que la única meta del cerebro, es la supervivencia y el paso del pool genético a la próxima generación. Por lo tanto, SIEMPRE buscará acercarnos a lo que nos produce placer, y alejarnos de lo que nos causa dolor. Esta es la explicación, que fundamenta que somos seres emocionales que usamos la razón, para justificar nuestras decisiones.
Ahora bien. ¿Dónde queda en esta ecuación el ánimo de trascendencia, lograr un objetivo o cumplir una meta?
Ausente.
Para que eso ocurra, es necesario entrenar y poner en juego nuestra voluntad para “que algo diferente” ocurra. Encendiendo las partes más elevadas de nuestro cerebro, el cortex prefrontal, esa porción del cerebro que nos hace humanos y nos permite planificar, ponernos objetivos, hacer estrategias y cumplir metas.
La buena noticia, es que el cerebro esta cambiando constantemente con nuestras experiencias e incluso con nuestros pensamientos. A eso se le llama neuroplasticidad, que viene a ser la capacidad del sistema nervioso para adaptarse y cambiar, tanto su estructura física como su funcionalidad, en respuesta a una serie de experiencias, estímulos y entrenamientos cognitivos que favorecen nuevas conexiones neuronales y que refuerzan las conexiones existentes. Una vez la función cerebral ha sido aumentada, esta adquisición es permanente. Ósea, cambiamos.
Ahora bien. Si entendemos a las organizaciones como “redes de conversaciones”, en donde sus lideres están “acostumbrados” a ciertos circuitos de “Placer- Dolor” que fueron generando por la cultura de la misma organización; y que en cierto modo, llega un punto en que les “queda cómodo” hacer las cosas como las hacen, y haciendo un paralelismo de lo que sucede en el cerebro, que buscará el camino corto de ahorro energético, ¿qué creen que va a pasar cuando los colaboradores sean invitados a una formación o capacitación?
Nada.
Exacto. Ya que la paradoja de la plasticidad es que cuando tenemos un patrón de conductas establecido, podemos volvernos rígidos e inflexibles ante el cambio. Es como bajar por una montaña de nieve blanda, esquiando siempre en línea recta por el mismo lugar. Llegará un momento que haremos un surco tan hondo que será dificultoso ir por otro lugar.
La Neuroplasticidad conlleva tiempo y esfuerzo, es inapropiado pensar que algo diferente ocurra rápidamente al exponerse a situaciones nuevas, la adquisición de nuevos hábitos necesita de un tiempo y entrenamiento continuado.
Nse. Jackie Delger
https://ar.linkedin.com/in/jackiedelger
Autora de “Catadores de Emociones”